Cómo enseñar a un gato a utilizar el rascador. Claves y trucos
 
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¿Cómo enseñar a un gato a usar el rascador?

¿Sabes cómo enseñar a un gato a usar el rascador? Puede parecer más fácil de lo que crees, sobre todo si sigues las instrucciones que te damos en este artículo.

Escoge el rascador ideal

En un artículo anterior estuvimos hablando sobre cómo elegir el mejor rascador para gatos, y mencionamos la importancia de escoger el correcto para cada caso. Sigue las instrucciones y una vez tengas tu rascador vuelve a este artículo para seguir leyendo.

Comprar un rascador de alta calidad y que sea ideal para el caso de tu gato es un primer paso importante. Piensa que los gatos pueden llegar a ser muy exigentes, y equivocarse en este punto puede significar mucha mayor dificultad a la hora de introducir el rascador en casa. Dicho esto, ya podemos seguir.

Aprovecha la novedad

Para cualquier mascota, y más aún un gato (al que le encanta controlar lo que pasa en su territorio, en su hogar) es llamativo cuando llega un nuevo mueble u objeto a casa. No puede evitar interesarse por qué hay dentro de la caja cuando lo estás desempaquetando, y ten por seguro que cuando esté todo montado va a ir a olerlo y a inspeccionarlo.

Esta primera toma de contacto con el rascador será inevitable (aunque los gatos más tímidos pueden tardar en acercarse), pero la clave es que tú aproveches la oportunidad para facilitar la interacción y hacerlo bajo las condiciones ideales.

Por eso, antes de desempaquetar y enseñarle el rascador a tu gato, que será la primera impresión que se lleve (ya sabes, es un momento delicado), debes asegurar el tiro y buscar el mejor lugar donde colocar el rascador, pero, ¿dónde es mejor?

¿Dónde colocar el rascador?

Ahora tienes la oportunidad de escoger el lugar ideal, y lo cierto es que dependerá mucho de cómo sean tus habitaciones o dónde tu gato rasque normalmente.

Hay muchos gatos que han empiezan por rascar alguna parte muy concreta del sofá. Eso es normalmente porque en ese punto de la casa se encuentran a gusto y lo consideran un buen lugar donde estirarse y afilarse las uñas. También puede ser por el material del que está hecho el sofá, si en realidad duermen en otro lado.

Sea como sea, lo mejor que puedes hacer es colocar el rascador justo al lado del lugar de rascado.

En el caso de que tu gato no rasque el sofá, te compartimos varias ideas que te pueden ser útiles para escoger un lugar ideal:

  • Ponerlo al lado de la ventana si es un rascador con plataforma. Esto les puede ser muy útil para observar a sus posibles presas o vigilar a sus enemigos. A muchos gatos les encanta pasar horas mirando por la ventana, y esa sería una buena manera de que pase tiempo en su rascador.
  • En un lugar fresco (en verano) o cerca de un radiador (en invierno). Tu gato necesita estar a gusto en ese lugar para querer rascar.
  • En una habitación que a tu gato le guste. Si tiene una habitación para él o si tiene un lugar favorito, e incluso un escondite. Procura ponerle cerca su rascador.
  • Cerca de la cama también está bien, ya que, como te decíamos, el gato se suele estirar después de dormir. Tenemos algunos rascadores-cama que pueden cumplir con esta doble función.
  • Un lugar de la casa que sea muy visible en casa. Igual que en el caso de colocar la caja de arena, a tu gato le conviene encontrarlo fácilmente cuando necesite rascar. Otra razón es que el rascado es en sí un marcaje, y tiene una utilidad comunicativa.

Juega cerca del rascador

Una vez hayas escogido un lugar ideal, es probable que tu gato se haya acercado al rascador, pero que no lo haya tocado como tú deseas. En este momento es importante que no lo fuerces, y menos aún que le cojas las patas y rasques con ellas (recuerda que no es un muñeco y eso solo lo asustará o lo pondrá nervioso).

A muchos gatos, sobre todo a los pequeños (que tienen la atención muy dispersa) les da por interrumpir su sesión de juego y ponerse a rascar algo que tengan cerca. Aprovechando esta dinámica, puedes jugar alrededor del rascador.

Piensa que, además, si estás jugando con el gato alrededor del poste de rascar, vas a conseguir que él saque las uñas y acabe agarrándose a la superficie mientras intenta cazar el juguete. En el momento que arañe la superficie, es posible que también se dé cuenta del gustito que da rascar sobre ese material, y hará la asociación fácilmente.

Si esto no ocurre en la primera sesión de juego, ten paciencia. A largo plazo, tu gato se dará cuenta de que ese es un lugar muy cómodo para rascar.

Ten más de un rascador

Con este encabezado puede parecer que te estemos impulsando hacia la compra compulsiva de rascadores, pero todo lo contrario. Cómpralos si crees que puedes beneficiarte de ellos. Cuando tienes más de un rascador en casa (bien repartido en varias zonas) tienes estas ventajas:

  • Mayor disponibilidad del rascador. Algo ideal cuando tu gato rasca en varios lugares de la casa y quieres cambiar esa costumbre o buscar un sustituto que no cree problemas.
  • Menos peleas entre gatos. Si tienes más de un gato, este es un gran punto a favor. Hay gatos a los que les cuesta compartir, y cada uno puede estar en su propia plataforma descansando. Mantén ambos rascadores en diferentes lugares para evitar conflictos.
  • Más diversidad. Como decíamos en uno de nuestros artículos anteriores, hay gatos más caprichosos, que cambian de gusto por los rascadores con el tiempo. Tener varias opciones puede mantener el encanto de rascar fuera de tu mobiliario y el interés de tu gato en usarlos.

4 trucos para hacerle usar el rascador

Si jugar cerca del rascador no te ha funcionado de momento, siempre puedes optar por estos trucos, que suelen facilitar mucho el aprendizaje y la transición al nuevo juguete.

  • Catnip: El catnip es una planta que vuelve locos a muchos gatos (aunque no a todos, debemos decir). Su olor es muy atrayente, y al masticarla el gato se vuelve muy juguetón, así que déjalo en la base del rascador para que se acerque. Es importante que lo vigiles y cuides de él durante este juego, ya que puede hacer movimientos algo bruscos y hacerse daño, pero sin duda será una experiencia positiva para él y le hará querer estar cerca del rascador. Sí, tenemos rascadores con catnip y también catnip seco.
  • Premios: Te interesa que el gato asocie el poste o el cartón de rascar con emociones positivas para facilitar la conducta de rascado, por lo que idealmente deberías aprovechar el poder de los premios para positivizar los rascadores. Poner premios en el rascador puede ser especialmente útil cuando estamos hablando de plataformas en las que tu gato aún no se ha subido.
  • Redirección de conducta: Por si no lo sabías, hay una manera de corregir la conducta de tu gato cuando hace algo que no te gusta, y que no conlleva ninguna clase de castigo físico, aunque requiere paciencia y habilidad. Si tu gato tiene muy arraigada la conducta de rascar el sofá, prueba a simplemente agarrarlo suavemente en el acto (como haría una madre, sin decir nada) y dejarlo justo al lado del rascador. A menudo, las ganas de rascar aún estarán presentes en el gato, y buscará seguir haciendo la conducta con lo que le dejes a mano. Esto puede funcionar sobre todo en gatos que hayan convivido con su madre después del destete, ya que es una conducta natural.
  • Feromonas: Te encantará saber que los olores y químicos que los gatos dejan en los lugares que rascan se pueden crear de manera artificial con productos que puedes rociar en supuestas marcas que podrías hacer tú con algún objeto. Estos olores pueden atraer al gato y son un claro mensaje de que ese es el lugar de rascar. Es un gran recurso, pero siempre es preferible no abusar de este tipo de sustancias para no confundir al gato. Te puede ser útil aplicar el formato spray del Feliway spray.

Seguramente no sabías todo lo que te hemos explicado hoy sobre cómo enseñar a un gato a usar el rascador, y esperamos que lo apliques cuando lo quieras introducir en casa con éxito. Ya sabes que en Mascogatos seguiremos dándote consejos de alto valor para tu amigo felino.

Bibliografía consultada

  • Amat Grau, M., Camps, T., & Le Brech, S. (2017). Manual práctico de etología clínica en el gato. ​​Sant Cugat del Vallés: Multimédica Ediciones Veterinarias
  • ​​Atkinson, T. (2018). Practical feline behaviour: Understanding cat behaviour and improving welfare. CABI.
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