¿Has notado que tu gato te sigue a todos lados? En este artículo analizaremos un poco a qué puede deberse esta conducta, según lo que sabemos hoy en día sobre etología felina.
Normalmente, el gato es un animal que está visto como un ser muy independiente, pero muchos cuidadores no estarían de acuerdo… y lo cierto es que llevarían razón. De hecho, cada gato es diferente y es perfectamente posible que el tuyo esté persiguiéndote por toda la casa. Puede parecer algo adorable, pero no siempre es una buena noticia. Veamos algunas explicaciones:
1. Quiere algo de ti
Una de las razones más probables de su persecución por el hogar es que quiera algo de ti. Tal vez te está maullando por la noche, y eso podría significar que tiene una necesidad que tú puedes cubrir.
Quizás tenga hambre, quiera mimos o busque tu ayuda para conseguir algo fuera de su alcance. Normalmente, si quiere algo de ti, insistirá en maullar hasta que lo consiga y hará todo lo que pueda con su lenguaje corporal para que lo entiendas. Una vez consiga lo que quiere, querrá marcharse a otro lugar de la casa donde estar más tranquilo.
En el caso de que hayas probado a sacar a pasear a tu gato, es posible que esté pidiéndote repetir esta experiencia. Pero claro, a veces es difícil para un animal expresar qué es lo que necesita en cada momento. Si crees que puede ser eso, plántale delante la correa para ver cómo reacciona.
Si tu gato sigue yendo siempre contigo, a pesar de que le des cosas que quiere, es posible que la necesidad no sea algo tan momentáneo, sino que se trate de algo emocional y persistente. En el caso de que conviváis a solas los dos, es algo bastante normal, pero si sois más personas en casa y eres al único que persigue, te recomendamos investigar un poco algunas opciones más.
2. Patrulla los alrededores
Lo hemos explicado ya en muchos otros artículos, pero insistimos en que para los gatos el territorio en el que viven es muy importante tanto para su tranquilidad como para su bienestar.
Por tanto, controlar los alrededores de su hogar puede ser indispensable para él, y tal vez es algo que prefiere hacer persiguiéndote, como si fuera un juego.
Usualmente, estas patrullas se hacen varias veces al día y suelen venir acompañadas por marcajes que puede hacer el animal impregnando muebles y paredes con su olor corporal a través de las glándulas que tiene en los costados de la cabeza y el lomo.
En otras palabras, si ves que el gato se roza con los muebles es porque está marcando su terreno y es posible que esté haciendo esta tarea cotidiana con una intención muy clara. También sería perfectamente posible que tú seas una fuente de seguridad para él y quiera aprovechar este momento en el que vas al lavabo para patrullar.
3. Está apegado a ti
Aunque los gatos no siempre muestran ni parece que sientan un apego especial por las personas, lo cierto es que pueden llegar a sentir mucho afecto por aquellos que los cuidan con mucho cariño.
El vínculo a veces es tan fuerte que puede llegar a convertirse en una pequeña obsesión para el animal, llevándolo a perseguir a un miembro de la familia por toda la casa. Es en caso como estos en los que el afecto pasa a ser algo no tan saludable, convirtiendo a esa persona en una especie de refugio, y haciendo que el gato dependa emocionalmente de su presencia para sentirse bien. Esto se puede convertir en un problema si esa persona tiene que marcharse unas horas de casa.
Como todo en la vida, nunca es positivo llegar a los extremos, y sería buena idea que tu gato repartiera su afecto entre los demás integrantes del hogar, equilibrando un poco la balanza para que, cuando tú no estés, no sufra tanto, y de paso aprenda a ser un poco independiente.
Algo que puede servir para esto es enseñar a los demás a tratar mejor al animal, repartiendo tareas de cuidados con productos de alta calidad como el guante-cepillo y usando siempre a su favor las feromonas de la amistad, presentes en productos como Feliway Optimum.
4. Hay algo que lo estresa
Como ya hemos explicado a menudo, el estrés es algo que puede afectar mucho a los gatos, tanto en su bienestar como conducta. Por eso, si tu gato está pasando por un mal momento es probable que elija estar contigo la mayor parte del tiempo, sobre todo si tenéis una buena relación y estar contigo significa alejarse del peligro o refugiarse.
Esto puede ser algo que pase durante un periodo de adaptación. Por ejemplo, al introducir a otro gato en la familia o al experimentar una mudanza. Tu deber como cuidador es tratar de ser paciente y facilitarle el proceso, primero informándote con nuestros artículos y segundo aplicándolos.
Podría ser, también, que esté sufriendo dolor por alguna enfermedad. Si ves que el gato no parece estar del todo bien, llévalo al veterinario sin que sufra estrés.
5. Se aburre
A veces nos complicamos la vida buscando explicaciones a las conductas, y la solución puede ser algo tan sencillo como la falta de entretenimiento.
Son muchos los gatos, sobre todo los que viven en pisos, que suelen vivir en un entorno empobrecido, con una gran falta de estimulación.
Estos gatos siguen teniendo las mismas necesidades de actividad que los asilvestrados, gatos que tienen el potencial de estar hasta 12 horas al día cazando, por lo tanto, no es raro que se pongan a castañear los dientes (señal que se asocia a la anticipación de la caza o la frustración) mientras miran cómo los pájaros pasan por delante de su ventana o se inventen actividades para hacer, como perseguirte por toda la casa y tratar de cazar tus pies.
Si sospechas que tu caso es este, solo tienes que pasarte por nuestra sección de juguetes, parques de juego y rascadores. Enriquece el entorno de tu gato y verás cómo las cosas empiezan a cambiar.
Después de descubrir la causa y aplicar nuestros consejos, verás cómo tu gato ya no te perseguirá por todos lados, estamos seguros de ello.
Bibliografía consultada
- Amat Grau, M., Camps, T., & Le Brech, S. (2017). Manual práctico de etología clínica en el gato. Sant Cugat del Vallés: Multimédica Ediciones Veterinarias
- Caraballo, S. G. (2018). Entiende a Tu Gato: El Lenguaje Secreto de los Gatos. Oberon.
- Heidenberger, E. (1997). Housing conditions and behavioural problems of indoor cats as assessed by their owners. Applied Animal Behaviour Science, 52(3-4), 345–364. https://doi.org/10.1016/s0168-1591(96)01134-3
- Stella, J. L. y Buffington, C. A. T. (2016). Environmental strategies to promote health and Wellness. August’s Consultations in Feline Internal Medicine, Volume 7, 718–736. https://doi.org/10.1016/b978-0-323-22652-3.00073-6
