¿Por qué mi gato me muerde? 5 razones + SOLUCIÓN
 
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¿Por qué mi gato me muerde y cómo solucionarlo?

Con productos como los que tenemos en Mascogatos puedes cuidar de tu felino, pero es posible que alguna vez este te haya sorprendido con algún mordisco más fuerte de lo habitual. Ahí es cuando te preguntas, algo dolido/a, «¿Por qué mi gato me muerde?». En este artículo pretendemos ayudarte a entenderlo y, de paso, a buscar soluciones.

¿Por qué mi gato me muerde? 5 razones

Es importante que tengas en cuenta que el mordisco es una manera más de expresarse que tienen los gatos, una conducta que está dentro de su repertorio usual. Por eso, no debe de sorprenderte. Estas son algunas razones:

Juego

Una de las razones más comunes es el juego. Es posible que a veces se emocione más de la cuenta durante estas sesiones, y muerda más fuerte de lo normal. Piensa que el gato es un animal que suele cazar pequeñas presas, y el mordisco forma parte de su secuencia de caza.:

  • Detectar
  • Acechar
  • Perseguir
  • Morder
  • Comer

Mecanismo de defensa

Si tu gato se siente amenazado, sacará todas sus armas, y la mordedura de un gato es uno de sus mecanismos de autodefensa más potentes. Esto suele surgir con más facilidad cuando se siente irritado. Es un buen sistema para comunicarse contigo y pedirte que pares lo que sea que estés haciendo.

Irritabilidad

El gato puede estar en un momento emocional algo delicado, y todo lo que le rodea puede molestarle. No acepta caricias, o si lo hace puede atacar de repente. Esta es una de las principales fuentes de problemas y tiene muchas razones detrás. Lo vemos más adelante.

Control de fuerza

Si tu gato te hace mucho daño jugando, es posible que le falte inhibición de mordida. Los gatos aprenden cuál es la fuerza ideal para jugar cuando lo hacen con sus hermanos y comprueban su reacción, siendo muy cachorros. En el caso de que lo hayan separado demasiado pronto de sus hermanos, ahí tienes una posible razón.

Llamada de atención

Como verás en la siguiente sección, el mordisco también puede tener el objetivo de llamar tu atención. Esta conducta la suele aprender un gato cuando se siente desesperado porque sus cuidadores le hagan caso o le den de comer. Tiene solución, como todas las demás razones.

¿Qué significa que te muerda un gato?

Las razones por las que un gato puede morder son muchas, aunque lo mejor es fijarte en el contexto y los matices del mordisco. Es importante, ya que marcará cuál puede ser la razón.

Aunque no son categorías mutuamente excluyentes ni mucho menos, podríamos separar el significado del mordisco según dos grupos:

Motivación interna

Tu gato te muerde fuerte y tal vez sin venir a cuento. Es posible que no estuvieras ni siquiera interactuando con él. En estos casos, lo más común es que la motivación del mordisco sea una emoción y el mordisco sea una manera de expresarla. En ese caso, es posible que tu gato esté irritado o excitado.

Motivación externa

Los gatos, igual que los perros, aprenden por asociación y es posible que haya visto que mordiéndote consigue alguna cosa, como captar tu atención o que lo alimentes. Es posible que te haya mordido porque quiere algo de ti (como comida o mimos) y no le haces suficiente caso.
Muchos gatos a los que les retiran las uñas también empiezan a morder mucho más como mecanismo de defensa. En todo caso, el mordisco está cumpliendo una función concreta, se busca un resultado en el ambiente.

¿Por qué un gato puede estar irritado?

Antes de entrar en detalle sobre cómo puedes hacerlo para impedir que este problema vaya a más, es importante que entendamos cuál puede ser el origen de la irritabilidad de tu gato. Como ya has visto, podría ser el principal desencadenante de esta conducta, y no podemos descartarlo sin más porque de lo contrario no podrás solucionar el problema.

Estas son algunas posibilidades que desencadenen este estado emocional en el animal:

  • Estrés generalizado, que empeora la capacidad del gato para tolerar estímulos que considera negativos.
  • Dolor causado por enfermedades o heridas.
  • Juego inapropiado o demasiado duro.
  • Mimos inapropiados, en los que el cuidador no vigila suficiente lo que toca.

Hay que resaltar que la irritabilidad del gato va aumentando, y esto suele expresarse muy bien con el movimiento cada vez más exagerado de la cola o los espasmos que suele tener en el lomo. Esto expresa nerviosismo e incomodidad, y hay que saber cómo reaccionar ante la irritabilidad del animal. Veamos cómo puedes solucionar tanto este como otros problemas en el siguiente punto.

¿Qué puedo hacer para que mi gato no me muerda?

Todos los gatos pueden morder, pero ya has visto que pueden usarlo como una manera de comunicarse. Partiremos del hecho de que este se ha convertido en un problema, que tu gato muerde más fuerte de lo que debería, que te ha causado heridas, y requiere una solución.

Es importante que tengas recursos y métodos para solventar este problema.

Lo más fundamental es que, al recibir un mordisco, evites a toda costa recurrir al castigo físico, dado que los gatos no entienden bien esta práctica y solo conseguirás que se sienta amenazado. Hasta es posible que esto lo estimule a morderte más fuerte.

Revisa el problema siempre primero desde el punto de vista emocional.

Trabaja en sus emociones

Cuando te haya mordido, podrías centrarte en procurar reducir su nivel de irritabilidad o estrés. Esto es útil cuando ves que la conducta ha aparecido de repente, con alta intensidad:

  • Lee a tu mascota: La prevención es lo primero, y no deberías de molestar a tu gato cuando no está de humor. Es crucial que te fijes muy bien en cómo está tu gato. A menudo no nos fijamos en las sutiles señales que ellos nos dan, como tener el pelo erizado o estar inquieto.
  • Factores estresantes: Fíjate en qué puede haber en tu entorno que lo pueda estresar, e intenta solucionarlo. Céntrate en el sonido y el olfato, sentidos muy importantes para tu gato. Es posible que tengas el televisor muy alto o que un ambientador de cítricos resulte desagradable para tu felino.
  • Revisa el contexto: Céntrate en cómo han sido los instantes previos a la mordida, ¿has hecho algo concreto que lo ha podido desencadenar? Puede que estés actuando de una manera que tu gato no tolera bien, ya sea durante el juego o alguna otra actividad que no incluya al animal.
  • Visita al veterinario: Si tu gato tiene dolor o se encuentra mal, es normal que se sienta mucho más irritable y su tolerancia sea más baja. Si ha empezado a comportarse así de golpe, tal vez te toque hacer una visita al veterinario para descartar cualquier enfermedad o problema.

Adiéstralo

En el caso de que la conducta no sea emocional, sino tal vez un aprendizaje, puedes empezar a aplicar ciertos criterios de adiestramiento:

  • Mantén la calma: Cuando tu gato te muerde, aunque sea durante el juego, lo peor que puedes hacer es gritar y moverte, porque eso estimula más al animal y le lleva a morderte más fuerte. Mantente quieto, que tu mano o tu pierna dejen de ser algo llamativo para él. Luego, puedes reaccionar con calma.
  • Trabaja en su inhibición: Si el mordisco ocurre jugando, probablemente aplique demasiada fuerza. Cuando tu gato te muerda tan fuerte, haz lo que haría un hermano suyo: quéjate y termina el juego. Esto ayuda a muchos gatos a entender cuándo el juego deja de ser agradable para ti. Si te es útil y funciona, puedes probar a premiarlo cuando muerda flojito.
  • Dale alternativas: Las manos no suelen ser una buena opción para jugar con un gato, ya que, como has visto, tiende a morder al final de su secuencia de caza. En vez de eso, usa algún juguete como un peluche o una pluma. Esto también puedes dárselo cuando te muerda, para que aprenda a asociar.
  • Sé consistente: Al principio, va a costar algo de esfuerzo cambiar la conducta. Si tu gato te muerde y no parece que te esté expresando un problema de atención, de irritabilidad o salud, responde siempre de la misma manera hasta que aprenda. Darle esta estabilidad, le ayudará a entenderte mejor.

A partir de ahora, cada vez que te preguntes «¿Por qué mi gato me muerde?«, tendrás este artículo donde encontrarás todas las respuestas y recursos. Recuerda que en nuestra tienda encontrarás accesorios y muchos más artículos con consejos para seguir mejorando la convivencia con tu felino.

Bibliografía consultada

Amat Grau, M., Camps, T., & Le Brech, S. (2017). Manual práctico de etología clínica en el gato. ​​Sant Cugat del Vallés: Multimédica Ediciones Veterinarias.

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